Iglesia San Lorenzo y Capilla de San Fermín

La Iglesia de San Lorenzo, situada en pleno casco antiguo de Pamplona, es un lugar emblemático para la devoción y la tradición de la ciudad. Construida en el siglo XVIII, aunque lo que vemos hoy en día es del siglo XX, combina elementos barrocos y neoclásicos en su diseño. Su fachada, de estilo neoclásico, destaca por su sobriedad, mientras que el interior alberga uno de los lugares más queridos por la gente pamplonica: la Capilla de San Fermín.

La capilla, consagrada en 1717, está dedicada al copatrón de Navarra, figura al que se rinde homenaje en las fiestas de San Fermín. Este espacio alberga la venerada imagen de San Fermín, una talla barroca que representa al santo obispo portando su mitra y báculo. Cada 7 de julio, la capilla celebra la fiesta con una procesión portando esta imagen. 

El interior de la capilla, de planta octogonal, está decorado con mármoles y dorados, creando una atmósfera solemne y festiva a la vez. El altar, diseñado para realzar la imagen del santo, es un magnífico ejemplo del barroco navarro. Este lugar no solo es un punto de referencia espiritual, sino también un símbolo cultural y social para la ciudad.

La Iglesia de San Lorenzo, junto con la Capilla de San Fermín, se ha convertido en un destino imprescindible para quienes visitan Pamplona, ofreciendo un espacio donde la tradición, la fe y la arquitectura convergen.

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