Monumento al Rey Teobaldo I de Champaña. Victoriano Juaristi
Después de la muerte sin descendencia de Sancho VII ‘El Fuerte’, la corona de Navarra pasó a manos de su sobrino Thibaut I, conocido en tierras hispanas como Teobaldo I ‘El Trovador’ o Teobaldo I de Champaña (natural de Francia). Este rey, nacido en 1201, no solo fue conocido por su gobierno, sino también por su talento poético y su afición a la música. Durante su reinado, destacó por nombrar una comisión que redactó los Fueros del Reino, un paso crucial para la consolidación de las leyes navarras. Además, trajo consigo cepas de vid de la región de Champaña, que contribuyeron al desarrollo vitivinícola en Navarra.
El monumento a Teobaldo I de Champaña combinaba arquitectura y escultura en su composición original. La parte arquitectónica estaba formada por una arquería gótica de once arcos apuntados con trilóbulos interiores que apoyan en pilares y basas poligonales, procedente del antiguo monasterio cisterciense de Santa María de Marcilla, a la que se incorporaron emblemas heráldicos y textos en caracteres góticos alusivos a la conmemoración del VII Centenario del advenimiento de Teobaldo I al trono de Navarra.
La estatua de Teobaldo I completaba el monumento, realizada por el médico y humanista donostiarra Victoriano Juaristi en colaboración con el escultor de Villava José María Iñigo Iñarena, en la que representaban al «Rey Trovador».
Desgraciadamente, la escultura no ha llegado a nuestros días, ni tampoco se tienen noticias de la réplica que según testimonios de sus allegados hubo durante un tiempo en el jardín de la Clínica San Miguel. Sin embargo, la parte arquitectónica puede visitarse en los Jardines de la Taconera.
Juaristi Sagarzazu, Victoriano. San Sebastián (Guipúzcoa), 6.III.1880 – Pamplona (Navarra), 4.V.1949. Médico, publicista y artista.
De origen humilde, realizó estudios en medicina y ejerció como médico en el sanatorio Madrazo de Santander, donde alcanzó experiencia quirúrgica. Llegó a ser presidente del Colegio de Médicos de Navarra, ocupando dicho cargo desde 1931 hasta su fallecimiento.
Además de las obras de carácter médico, Victoriano Juaristi fue un gran aficionado a las bellas artes, que cultivó con éxito. De hecho, fue miembro correspondiente de la Academia de Bellas Artes y de la Comisión de Monumentos. Publicó diversos libros dedicados a los esmaltes y a las fuentes ornamentales. Como escultor, su obra más importante es el sepulcro de César Borgia en Viana, y, como músico, estrenó dos zarzuelas tituladas La batelera y La caserita.
Ubicación: Jardines de la Taconera. Rincón de Vista Bella.