Pamplona ofrece varios aparcamientos disuasorios de la ciudad con más de 3.000 plazas de aparcamiento en diferentes barrios de la ciudad. 

Se encuentran ubicados cerca de paradas de autobús y paseos peatonales, de forma que las zonas son intermodales: la ciudadanía accede en vehículo y cambia a otro medio de desplazamiento más sostenible.

Los vehículos acceden a los estacionamientos disuasorios por un acceso con barrera, donde se registran las placas de matrícula delantera y trasera. Comienza en ese momento el periodo de 24 horas en las que el aparcamiento es gratuito. Al realizar la salida, si no han transcurrido las 24 horas, la barrera se abre al leer la matrícula. Si ese plazo se ha superado, hay que abonar el importe pendiente, tal cual indica un poste informativo. Si se cuenta con la aplicación Telpark y está activada la entrada exprés, el pago es automático; en caso contrario, se debe abonar el importe, en metálico o con tarjeta, en los cajeros situados junto a la entrada.
Las primeras 24 horas son gratuitas, las siguientes 24 horas tienen una tarifa. Una vez pagada la fracción correspondiente, se debe abandonar el estacionamiento antes de finalizar este periodo.