Monumento al Encierro

El Monumento al Encierro, obra de Rafael Huerta, es una de las esculturas más emblemáticas de Pamplona, y homenajea la tradición del encierro durante los Sanfermines.

Ubicada en la avenida Roncesvalles, la escultura realizada en bronce captura con realismo y dinamismo la esencia de esta popular carrera. Mide más de 11 metros de largo y está compuesta por 19 figuras que representan a seis toros, tres cabestros y diez corredores. Cada figura refleja el movimiento y la tensión del encierro, con una atención al detalle que permite identificar las expresiones de esfuerzo, miedo y adrenalina en los rostros de los corredores y las corredoras.

El Monumento al Encierro es un homenaje a la tradición y a la valentía de quienes participan cada año en esta fiesta, para convertirse en un símbolo mundial de Pamplona y de las fiestas de San Fermín.

Paseos y rutas

Ruta de San Fermin y ruta de Hemingway

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No es necesario reservar entrada. Sin embargo, puedes disfrutar durante todo el año de las numerosas actividades y experiencias que te acercan al ambiente festivo, a la cultura, historia y en definitiva, al buen ambiente de la ciudad

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Si viajas en familia Pamplona también te ofrece muchas actividades para que conocer la ciudad de los Sanfermines 

El evento más conocido de los Sanfermines es el Encierro. Se inicia en la cuesta de Santo Domingo, donde se encuentran los corrales en los que los toros pasan la noche previa, después de haber sido trasladados desde los cercanos Corrales del Gas en el evento conocido como Encierrillo. Muy cerca se halla también la hornacina con la imagen del Santo a la que los mozos cantan para pedirle su protección.

Continuando por el recorrido se llega hasta la plaza Consistorial, donde es posible observar el único tramo de vallado que se mantiene fijo durante todo el año. Este lugar es también el escenario del Chupinazo, el acto que da inicio a las fiestas. En esta plaza se congregan cada 6 de julio unas 12 500 personas. 

Al final de la calle Mercaderes encontramos la famosa curva en la que los toros a menudo resbalan y caen, provocando escenas de peligro. El último tramo del recorrido nos conduce a lo largo de la célebre calle Estafeta hasta la Plaza de Toros, que oferta visitas guiadas a sus dependencias durante todo el año. Frente a ella se halla el monumento al encierro, obra de Rafael Huerta, que representa toda la adrenalina de un instante de la carrera.