San Fermín
San Fermín es la fiesta más emblemática de Pamplona. Celebrada del 6 al 14 de julio, esta festividad declarada de Interés Turístico Internacional, atrae cada año a miles de visitantes de todo el mundo. Aunque es mundialmente conocida por sus encierros, San Fermín es mucho más: alegría, ambiente, pasión, emoción, tradición, cultura e historia. ¿Quieres conocer la ciudad de los Sanfermines?
- Inicio: Chupinazo a las 12:00 a.m. 6 de julio
- Fin: Pobre de mí a las 24:00 p.m. 14 de julio
- Página oficial de San Fermín: sanferminespamplona.es
El origen de las fiestas
Las fiestas de San Fermín tienen su origen en el siglo XII, cuando comenzaron como celebraciones religiosas en honor al santo, considerado el primer obispo de Pamplona. La llegada de reliquias desde Amiens en 1186 impulsó una devoción que dio lugar a actos solemnes organizados por el Ayuntamiento, como procesiones y comidas para los desfavorecidos.
Con el tiempo, estas celebraciones religiosas se fueron fusionando con ferias y eventos populares. Desde el siglo XIV queda constancia de traslados de toros de lidia, conducidos por pastores y caballistas, desde las dehesas de la Ribera de Navarra hasta el coso taurino, en el centro de la ciudad.
En el siglo XVI los aldeanos empiezan a sumarse al trayecto, corriendo delante de los astados. Pese al intento de impedirlas por parte de las autoridades, las carreras continúan hasta consolidarse como tradición.
Debido a los problemas climáticos del otoño, en 1591 la fecha de la fiesta se trasladó al mes de julio, coincidiendo con los mercados de ganado, lo que permitió integrar lo religioso con lo festivo.
Durante los siglos XIX y XX, los Sanfermines evolucionaron hasta convertirse en el fenómeno cultural que conocemos hoy. Se añadieron elementos emblemáticos como la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, el Chupinazo, el Riau-Riau y el encierro, que es ya símbolo internacional de estas fiestas


HEMINGWAY Y PAMPLONA
La publicación de «Fiesta» o «The Sun Also Rises«, la famosa novela de Ernest Hemingway en 1926, colocó a los Sanfermines en el mapa internacional. A través de sus páginas, el autor transmitió la magia y singularidad de estas fiestas, atrayendo a visitantes de todo el mundo. Con el tiempo, los Sanfermines se han convertido en una celebración universal, integrando a miles de personas que año tras año se sumergen en la atmósfera de Pamplona.
Ernest Hemingway llegó a Pamplona con 24 años en el año 1923. Vino como reportero del diario Toronto Star en busca de material para sus reportajes periodísticos. Su carácter apasionado, actitud abierta y una clara predisposición para involucrarse en el ambiente hicieron que no tuviera muchas dificultades para conectar con la gente, lo que facilitó su total integración en la fiesta. Así comenzó el idilio entre Pamplona y los Sanfermines y el escritor. Tres años después de su primera visita a Pamplona publicó la que fue su primera novela de éxito, «The sun also rises» traducida al castellano con el título «Fiesta». Puede decirse que, si bien la fiesta de San Fermín ya era una fiesta grande, Hemingway la hizo universal.
Las menciones en “Fiesta” sobre Pamplona y los Sanfermines ayudaron a proyectar internacionalmente las fiestas y costumbres de la capital navarra, haciendo referencia a lugares y emblemáticos como el Ayuntamiento, la catedral, la calle mercado, el hotel La Perla, y otros espacios y eventos icónicos como los encierros. Las referencias a nuestra gastronomía son varias, como bien menciona en una de sus novelas, frecuentaba Casa Marceliano, donde iban por la mañana a almorzar y cantar después del encierro, así como el Café Iruña, un punto de encuentro para los y las personajes de “The Sun Also Rises/Fiesta”.
Hoy, la fiesta de San Fermín combina tradición, modernidad y un espíritu acogedor, reflejando la identidad de Pamplona y su proyección al mundo entero.



Las claves de la fiesta
Desde las 12 de la mañana del 6 de julio hasta las 12 de la noche del 14 de julio, y durante nueve días, Pamplona se transforma en un gran escenario donde la música, la tradición, la gastronomía y la cultura local llenan las calles desde la mañana hasta la noche. Con una programación variada, popular y para todos los públicos, los Sanfermines se caracterizan por su carácter acogedor.
La ciudad se llena de vida con actividades pensadas para todas las edades. Para los más pequeños y pequeñas, hay juegos, encierros, música, talleres creativos, espectáculos infantiles, además de la comparsa de Gigantes y Cabezudos. En el espacio juvenil se puede disfrutar de conciertos, exhibiciones deportivas y diversas propuestas culturales. Las personas mayores cuentan con bailables, teatro y otras actividades culturales en espacios alejados de la multitud.
En esta oferta no pueden faltar los fuegos artificiales, el deporte rural, las danzas tradicionales, jotas, además de una variada gama de conciertos de rock, jazz, DJ y actuaciones al aire libre. Todo ocurre al aire libre, de forma accesible y en un ambiente de convivencia único, donde se combina la programación oficial, con la de colectivos sociales y artistas callejeros que dan vida a cada rincón de la ciudad.
Vestirse de blanco con el pañuelo rojo al cuello no es solo una tradición: es una forma de integrarse, de pasar a formar parte activa de la fiesta como “pamplonica”. Las calles de Pamplona se tiñen de blanco y rojo desde el momento del Chupinazo y hasta el final de fiesta, simbolizando esa pasión compartida de ciudadanía y visitantes.
La gastronomía local también tiene un papel protagonista. Desde almuerzos populares, hasta la oferta culinaria más selecta, la comida se convierte en otro punto de encuentro que refuerza el carácter cercano y festivo de la ciudad


Además de la música y por supuesto San Fermín, las fiestas no se entienden sin tres protagonistas clave: La Pamplonesa, la Comparsa de Gigantes y Cabezudos y las Peñas.
Fundada en 1919, La Pamplonesa es la banda de música que acompaña a la ciudad en actos oficiales como el chupinazo, la procesión y muy especialmente, en las Dianas que preceden al encierro. Su música crea una atmósfera única cada mañana con una conexión especial con el público que marca el inicio festivo del día.
La Comparsa de Gigantes y Cabezudos, con raíces en el siglo XVI y su forma actual desde 1860, está compuesta por 25 figuras de cartón piedra: gigantes, cabezudos, kilikis y zaldikos. Desfilan por las calles junto a gaiteros y txistularis, en un espectáculo lleno de vida, tradición y cercanía con niños y adultos.
Las Peñas aportan el alma popular de San Fermín. Con sus pancartas críticas y festivas, llenan de música y color la ciudad. Activas todo el año, también promueven actividades deportivas y culturales en los barrios.
Los Sanfermines son mucho más que una fiesta, una expresión viva de nuestra identidad que ha sabido mantenerse fiel a sus raíces. Los sanfermines no se explican: se viven.
Excelente forma de conocer la fiesta, si no nos visitas en julio. El Espacio San FermiN! Espazioa es el punto de inicio.
Multitud
de actividades culturales,
sociales y deportivas durante todo el año
No hay mejor manera de vivir la ciudad que disfrutando durante todo el año de las numerosas actividades y experiencias
Si viajas en familia Pamplona también te ofrece muchas actividades para que conocer la ciudad de los Sanfermines
Preguntas frecuentes
Según la tradición, en el siglo III el Presbítero Honesto, enviado a Pamplona por San Saturnino para evangelizarla, convierte al cristianismo a Fermín, hijo de un senador romano. Consagrado Obispo a los veinticuatro años, el joven empieza a predicar por Galia y se asienta en Amiens, donde recibe el mismo cargo. Allí las autoridades paganas ordenan que sea martirizado y decapitado. Aunque la biografía del santo se creara a partir de hechos históricos parciales o no documentados, cuenta con detalles suficientemente cautivadores como para atraer la fascinación popular. Ya sea por afición o por devoción, San Fermín es el icono incuestionable de las fiestas.
El patrón de la capital navarra es San Saturnino, honor que comparte con la Virgen del Camino.
San Francisco Javier y San Fermín son los patrones de la Comunidad Foral.
Es el acto del lanzamiento del cohete que da oficialmente inicio a los Sanfermines cada 6 de julio a las 12:00 a.m desde el Ayuntamiento de Pamplona. En los 2.502 metros cuadrados de la Plaza Consistorial se aglomeran miles de personas, una marea blanca y roja que al grito de «¡Pamplonesas, pamploneses, ¡Viva San Fermín!, ¡Gora San Fermín!» espera ansiosa con el pañuelo en alto, que anudará al cuello al ser disparado el cohete. Así estalla la fiesta.
Esta tradición data de 1941. Desde 2016 es la ciudadanía de Pamplona la que elige quién lanzará el Chupinazo, mediante votación popular entre las candidaturas propuestas por asociaciones ciudadanas.
Es el traslado de los toros de lidia desde los Corralillos del Gas hasta los de Santo Domingo. Acontece la víspera de cada Encierro, sin corredores, en silencio y sosiego, en contraste con el bullicio del Encierro diurno.
El Encierro dura un promedio de 3 minutos, y tiene lugar una vez al día, a las 8:00 a.m., del 7 al 14 de julio.
Corren seis toros bravos y seis cabestros o toros mansos. Los toros bravos son los que serán lidiados en la corrida de la tarde. Los cabestros guían a los primeros, ayudando a mantener la manada compacta.
Existe una normativa para correr el encierro. Es imprescindible ser mayor de 18 años, estar en buenas condiciones físicas y psíquicas y llevar ropa y calzado adecuados. No se permite correr con objetos que puedan entorpecer la carrera, ni tampoco correr ebrio o bajo la influencia de drogas. Hay que elegir un tramo, siendo imposible hacer el recorrido entero. Se ha de correr en línea recta, sin cruzarse ni pararse delante de los toros y corredores, y respetando el trabajo de los pastores. No puede tocar a los toros, citarlos o llamarles la atención, correr detrás de ellos, ni tampoco esperar en rincones, ángulos muertos, portales o establecimientos. Si se cae, se debe proteger la cabeza con las manos y no moverse hasta que haya pasado la manada. Hay que prever el punto de retirada, que tiene que ser por los laterales del recorrido. Al entrar en la Plaza de Toros hay que refugiarse rápidamente tras el vallado, dejándolo libre para quienes vienen detrás.
Desde el año 1974 las mujeres pueden correr el Encierro.
En promedio, alrededor de 2.000 personas participan en cada carrera. Sin embargo, la cifra puede variar, siendo mayor en los fines de semana y durante los encierros más populares.
Los carteles de los Sanfermines son una de las señas de identidad de la fiesta. Existen carteles desde el siglo XIX y en ellos se han recogidos hechos históricos de la ciudad como la llegada de la luz o los primeros coches.
Puedes verlos en el Espacio SanfermIN! Espazioa o clicando aquí.
Muchos de ellos pueden cambiar sus horarios o incluso cerrar durante la celebración, debido al gran flujo de visitantes. Se recomienda consultar, así como comprobar los horarios de apertura de los lugares que se desea visitar.
La mayoría de los comercios de Pamplona permanecen abiertos durante las fiestas, manteniendo sus horarios habituales de apertura y cierre. La restauración suele tener horarios extendidos, especialmente en los días más concurridos, con horarios de comida entre las 13:30 y las 15:30 horas, y de cena entre las 20:30 y las 23:00 horas. Los locales de ocio también suelen tener horarios más extendidos, adaptándose a la animación de la fiesta. Los centros comerciales suelen mantener sus horarios habituales, con algunos ajustes para adaptarse a la demanda. Es recomendable verificar los horarios específicos de los establecimientos a los que se planea ir.